La fiebre de Pokémon GO

 

Pokémon GO se ha convertido, en los últimos días, en el grito gamer, tecnológico, social y bursátil. Parece que prácticamente todo está relacionado con la app de Niantic, pero… ¿Qué es y cómo funciona Pokémon GO?

La aplicación —desarrollada por Niantic con la colaboración de Nintendo y The Pokémon Company— ha hecho realidad el sueño de cientos de jóvenes: poder “capturar” Pokémons en la vida real.

Basada en un sistema de geolocalización (mediante GPS) los usuarios deben recorrer el territorio en busca de las 150 criaturas originales (las de la primera generación). Gracias a la realidad aumentada, los usuarios pueden capturarlos a todos en su entorno “cercano”.

Además, hay otros elementos como las poképaradas (puntos de interés turístico o curiosidades) en las que se pueden recoger objetos-regalo, o gimnasios Pokémon, en los que los distintos equipos —Instinto, Sabiduría y Valor— pueden retarse en combates.

El juego, catalogado como freemium —de descarga gratuita con posibilidad de adquirir ciertos objetos para mejorar la experiencia del jugador a base de micropagos— ha desatado la locura por todo el mundo.

Pokémon GO nació, en parte, como una “broma” de Google durante el April Fool’s Day de hace un par de años. Bajo el nombre de “Pokémon Challenge”, los usuarios de Google Maps podían navegar por el mapa buscando todo tipo de criaturas. Una jugada que, para Nintendo y compañía más que una broma fue una visión de futuro: un mercado lleno de posibilidades.

Así es como el éxito ha vuelto a la firma japonesa, que a pesar de triunfar con sus consolas y juegos en la década de los 90 y los 00, había dejado el mercado del mobile atrás. La fiebre que rodea Pokémon GO ha venido prácticamente sin ningún esfuerzo de marketing o publicidad (algo asombroso e impensable en la actualidad), todo gracias a las redes sociales. La popularidad de la franquicia Pokémon, con más de 20 años de vida ha facilitado la interacción entre usuarios. Eso sí, la volatilidad del sector hace posible que la famosísima app se llegue a considerar un one-hit-wonder —un boom puntual que no tiene continuidad— como lo fueron Angry Birds o Candy Crush.

Las acciones de Nintendo aumentaron su valor hasta en un 50% durante la primera semana que se permitió descargar la app, demostrando que aún es un jugador a tener en cuenta en el tablero del entretenimiento tanto de pequeños como de adultos. Atrás han quedado el merchandising de videojuegos, películas y cartas…

Y las oportunidades de negocio no tardaron en aparecer: varias empresas han confesado que pagarían un “coste por visita física” del mismo modo que ahora existe el coste por clic en el mundo web. Pero Pokémon GO no funciona sólo con grandes empresas que puedan permitirse una potente inversión; el caso de L’inzio Pizza Bar es el mejor ejemplo: consiguió aumentar sus ventas un 75% durante un fin de semana con la función “módulo de señuelo”… y todo ello por sólo 10$.

¿Quién será el próximo en aprovechar el tirón de los pokémaníacos?