Aspectos clave para lanzar una tienda online

Hace unas semanas nuestro gerente Ramon Vidiella publicó un artículo para el Diari de Tarragona donde remarcaba la importancia estratégica de dimensionar bien un proyecto de e-commerce. Como continuación de aquel artículo publicamos ahora una serie de aspectos de carácter más técnico sobre las tiendas online.

Mucha gente se lanza a montar tiendas online sin tener en cuenta diferentes aspectos que son relevantes para que el proyecto tenga éxito. Algunos son aspectos tecnológicos, otros de promoción, otros de gestión, y finalmente el más importante, la idea de negocio.

Lo primero que se suele decidir es, en función del tipo de tienda online que tienes en mente, el nombre del dominio. Los dominios suelen valer entre 10 y 50 euros, dependiendo de la extensión de dominio (.com, .es, .info…), y se pagan cada año. Una vez decidido el dominio, hay que contratar un hosting, es decir un servicio de alojamiento web en la que se ubicará tu tienda online. Un hosting más o menos bueno suele valer entre 100 y 200 euros al año. Para escoger el hosting, tienes que tener en cuenta la plataforma de comercio electrónico que vas a utilizar, ya que no todos los hostings son compatibles con todas las plataformas de venta online.

De hecho, decidir la plataforma (es decir la aplicación que utilizaremos para montar nuestra tienda online), es un aspecto a tener en cuenta. Hay diferentes plataformas; las más destacables son Prestashop y Magento. Por otro lado, también está Woocommerce, que no es una plataforma en sí misma sino que es un ‘plugin’ (un complemento) para WordPress, el sistema de gestión de contenidos más utilizado en el mundo.

Si trabajas con una agencia estás de suerte, ya que no tendrás que decidir tú qué plataforma usar. En función del tipo de sitio de comercio electrónico que quieras lanzar, del número de productos que tengas, de los idiomas en los que quieras tener la web, y del presupuesto del que dispongas, la agencia te propondrá una plataforma u otra. Normalmente, Prestashop es ideal para la mayoría de tiendas, mientras que Magento es más adecuado para tiendas online más grandes, potentes y con mayores prestaciones. Finalmente, Woocommerce es idóneo para añadir funcionalidades de tienda online a una web que ya esté hecha en WordPress.

Con una de estas plataformas podrás dar de alta productos, asignarles una o varias fotos, ponerle una descripción y un precio. También el stock del que dispones (o no tienes problema para conseguir rápidamente). Estas plataformas suelen venir con un número reducido de plantillas de diseño. Puedes adaptarlas a tu imagen de marca, o bien puedes comprar un diseño alternativo en webs como Themeforest.com.

Una vez tengas la tienda online, la debes dar a conocer para que tengas tráfico en la tienda. Una buena manera es optimizar la página web con técnicas SEO, de modo que la web aparezca bien posicionada para los usuarios que buscan esos productos en Google. Otra manera de conseguir tráfico es mediante campañas de publicidad en un buscador, como por ejemplo el sistema publicitario AdWords de Google. Una tercera manera de publicitar tu web es mediante banners (anuncios gráficos que aparecen en webs cuyo contenido está relacionado con tu producto) a través del mismo sistema publicitario de Google. Finalmente, se pueden realizar campañas de publicidad en redes sociales como Facebook, Twitter, etc. Sin olvidar, por supuesto, las campañas de publicidad convencionales como radio, prensa escrita, revistas especializadas…

Una cosa que a veces se olvida es la plataforma de pago, que es diferente a la plataforma de gestión de la tienda online. La plataforma de pago es la que procesa los pagos de los clientes que se convierten en pedidos para tu tienda. Normalmente tu banco dispondrá de una plataforma propia o compartida con otras entidades. Lo llaman «TPV virtual». Solicita a tu entidad financiera los costes y comisiones que cobran por el servicio de TPV virtual, y a partir de ahí negocia a la baja con toda la fuerza que tengas. Algunas entidades cobran un fijo al mes aparte de cobrar por cada transacción realizada; otras sólo cobran comisiones.

También recuerda que puedes permitir el pago por transferencia y el pago por domiciliación bancaria. En estos dos casos no tendrías que contratar ninguna plataforma de pago, ya que no hay pago online. Eso sí, muchos consumidores prefieren pagar con tarjeta antes que con domiciliación porque no les gusta que un comercio tenga su número de cuenta y pueda realizar cargos en ella. El pago con transferencia es una buena opción, pero lógicamente no habrá pedido confirmado hasta que no te hayan realizado la transferencia, cosa que puede tardar unos días. Es una opción que siempre deberías dar, especialmente útil para los usuarios menos habituados a comprar online.

Otro aspecto a tener en cuenta son los envíos de los paquetes. Tendrás que hablar con una empresa de mensajería para acordar los precios de los envíos. Habla con cada uno de ellos y negocia los precios. Puedes enseñar los presupuestos de una empresa a otra para que intente superarlos. En ocasiones, resultará que para algunas zonas es mejor un proveedor y para otras es mejor otro. Aunque dificulta algo las cosas, es posible combinar dos proveedores. Tenlo en cuenta como posibilidad.

Dejo para el final el punto más importante: la idea de negocio. Del mismo modo en que en el mundo físico analizamos si hay mercado para un cierto negocio antes de emprenderlo, debemos hacer lo propio en Internet.

Para ello, hay que realizar un buen trabajo de investigación. Es necesario ver si ya hay páginas web que vendan ese producto, y si las hay, qué tal son. Puedes guiarte por tu propio instinto y sentido común, o bien utilizar herramientas online para tener datos aproximados. Por ejemplo, el número de búsquedas que hay de esa página en Google (poniendo el nombre de la tienda) o bien el ránquing en Alexa de ese sitio web en comparación con otros sitios web. Todos estos datos son aproximados, pero en algunas ocasiones pueden ayudarte a corroborar que la tienda B funciona mejor que la A (o al menos que la busca más gente o que tiene más tráfico). Los datos de venta reales son secretos y muy pocas tiendas online los revelan, así que tendrás que sacar tus propias conclusiones. Piensa que un ratio de venta normal está alrededor de un 2-3%. Es decir, que de cada 100 visitas 2 o 3 personas acaban comprando. Si puedes deducir el número de visitas de una web, puedes calcular un poco el número de ventas al día y multiplicarlo por el precio medio de los productos que se venden. Por supuesto, todos estos cálculos son pura especulación, pero te pueden dar un orden de magnitud.

Para concebir tu tienda online, es útil recordar que la mayoría de los usuarios buscan en Internet o bien productos muy específicos que es dificil encontrar en las tiendas físicas, o bien productos a mejor precio. Por tanto, una buena idea es crear una tienda de productos de nicho (como por ejemplo disfraces de Star Trek) o bien una tienda de productos outlet de una marca importante (como por ejemplo ropa de anteriores temporadas de Tommy Hilfiger). Por supuesto, es posible vender productos convencionales, pero entonces es más difícil posicionar la tienda online en Google, hay más competencia de otras tiendas online, y además debes competir con las tiendas presenciales donde también se encuentran estos productos.

Dado que Internet no tiene fronteras, la web es justamente óptima para esta clase de tiendas online. Una tienda de disfraces de Star Trek en Lérida tiene difícil justificación porque no se venden tantos disfraces de ese tipo en una ciudad pequeña, pero a nivel de toda España sí es posible que se vendan los suficientes.